NO TODO ES POKER

Hoy me ha tocado vivir una tarde amarga, quienes teneis animales sabeis lo que significan para un hogar. Un descuido en el cual el perro se come un hueso y adiós.

Las cosas pasan y no queda otra que asimilar, pero hay otras cosas que cuestan de hacerlo.

Cuando el perro se atraganta, da casualidad que los mayores de la casa estamos en modo siesta, mi cuñada con una amiga, coge al perro sin pensar y lo lleva al veterinario. Allí le dicen que lo lleve a urgencias que posiblemente le ha dado un ataque epiléptico, para que os situeis, llovía, hacía frío, y las niñas iban sin abrigo.

Yo me pregunto si este hijo de la gran puta, hubiese hecho lo mismo con un hombre trajeado, o una mujer bien arreglada. De los que tienen pinta de tener euros en la cartera.

Se supone que a parte de ser su pan, es su vocación, pero sin mover un dedo, ha dejado a las niñas con el animal moribundo y no se ha dignado ni a escribir en un papel la dirección que con los nervios no han atinado a decirnos. Mucho menos llamarnos....

El perro se ha muerto en los brazos de mi cuñada, quien en un achaque ha salido corriendo a otro veterinario, el cual se ha comportado como un profesional, por el perro ya no se podía hacer nada, pero el buen hombre, teniendo un poco de humanidad, y con una visita esperando, hasta que no he llegado yo allí, se ha quedado con las niñas en la consulta.

Me ha confirmado que el animal se ha atragantado con un hueso, el cual ya le había sacado. Y aún encima no me ha querido cobrar ni un sólo céntimo.

Es posible que el primer veterinario no hubiese podido salvarle la vida al perro, ahí no entro, pero ni si quiera lo ha intentado. Y lo que es peor, ha dejado a dos niñas en la calle, pasando frío y con el disgusto.

Mañana me acercaré a decirle la epilepsia en forma de hueso que tenía el perro, y ya de paso, a decirle lo buen profesional que es y la gran vocación que tiene. Gente así no merece llamarse veterinario.